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Conozca Cúcuta

 

Los pueblos forman una imagen de sí mismos debido a los cambios que han sufrido a través de la historia. Las luchas, por otra parte, dejan sus vestigios no sólo en lo físico sino también en lo intangible como son las variaciones de las costumbres y traidciones. Las gentes que han venido asentándose en lugares imprimieron algo de su esencia, sobre todo cuando se trata de un sitio donde la agitación cultural ha venido concentrándose, como lo fue Cúcuta, cuya frontera Venezuela le trajo las ventajas de occidente. Llegaron allí los últimos inventos y avances del mundo, fue por tal motivo que ésta se consideró una de las ciudades más importantes del país. 

 

Por ahí, a finales de siglo XlX, Cúcuta había construido un lazo comercial tan fuerte como Maracaibo que una máquina viajera recorta-tiempo la irrumpió de una manera tal, que se llevó a su paso el aspecto arcaico de los motilones. Y fueron aquéllos que a petición de Dios bajaron de su planeta deforestado hasta la tierra, valiéndose de un lazo creado por sus largos cabellos, para asentarse luego con su cabello corto a lo que sería esta región esplendorosa. Pero todo fue cayendo como la flecha de un barí que no dio en el blanco, no fue a causa de la guerra de los mil días, ni la pandemia de fiebre amarilla y lepra, quizá, pudo haber sido muchos factores. Ahora bien, será necesario entonces aventurarse a los caminos históricos para aclarar congruencia alguna. Están todos invitados a nuestro viaje que por lo visto no será en ferrocarril aunque eso sí, no menos entretenido. 

Es una hermosa ciudad, de gente amena y hospitalaria. Sus árboles extienden sus brazos, casi como ramas, sobre los tejados de las viejas casas. Y el viento cada cuanto se trae los rayos del sol, y todos andan cubiertos de corpiños que les procuren un tanto de frescura. 

Juan Rendón, turista

Es hora que:

Conozca Cúcuta

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